Mi primer vuelo libre y feliz como una mariposa

Terminado el cursillo, en el primer vuelo en Arangoiti, al ver con altura lo pequeñas que parecian las casas, coches y personas como hormigas, descubrí otro punto de vista sobre lo poco que somos.
Cuando vuelo, siento que el Ala es una prolongación de mi cuerpo. En el aire, te las entiendes con la naturaleza, en cada vuelo aprendes y nunca dejas de crecer, pues no hay dos días iguales cometas fallos o aciertes.
Me veo como un gusano arto de las incongruencias humanas convertido en mariposa, sintiéndome libre e inmensamente Feliz.