De las Peñas de Etxauri al Pantano de Alloz

Era un día tranquilo el cual fuimos a las Peñas de Etxauri por que el viento venia del sur. No había casi viento en el despegue y montamos las velas bajo un sol abrasador en la zona de descanso del mismo puerto. De ahí por la carretera un paseíto las fuimos llevando hasta el despegue.
Estuvimos Joselito, Javi, Javier K mi sobrino y yo para volar. Por otra parte Jon que estuvo por la mañana realizando el curso de vuelo y venia para bajar la furgoneta. Al poco tiempo apareció mi hermana con la sobrina y sus amigas. También se dejó caer por ahí de visita Lito, otro volador que nos echó una mano en el despegue. Fuimos saliendo poco a poco, Joselito, Javi K, Javi y como siempre cerrando el grupo yo. Cogimos enseguida altura y los buitres estaban bastante juguetones. Idas y vueltas por el valle durante más de 1h. Un vuelo bastante típico en esta zona excepto para Javi K. que era la primera vez que volaba aquí. Creo que flipo de lo lindo después de estar unas 2h y acompañado de vez en cuando por los buitres.
Espere a que aterrizaran todos y cuando pensé en ir descendiendo siempre hay una cosa en esta zona que me atrae como un imán. El pantano de Alloz, este se ve brillar a lo lejos cual serpiente zigzagueante. Fui perdiendo altura por el valle y me entro una duda, ¿llegaría hasta el?. Pregunte por radio a mi sobrino Javi K y Jon si me daban permiso para intentarlo. Que sepa yo aún no lo ha intentado nadie y si lo conseguía me daría un merecido bañito. Soy de los que piensan que en esta corta vida si no aprovechas el momento, este pasa y nunca vuelve. Y si no lo intentas, nunca lo consigues. Al poco me respondieron que sí, que si me pagaba las cervezas y los helados me iban a recoger. Así que dicho y hecho. Tense la vela, me puse un poco más aerodinámico y me puse a perseguir mi sueño “a la aventurilla “.
El anemómetro me decía que tenía 20km/h de viento enfrentado, pero a pesar de no encontrar corrientes térmicas, no descendía mucho. Fui avistando posibles campas alternativas para un posible aterrizaje. Pero la verdad es que poco a poco me iba acercando a ese gigante luminoso que era el Pantano de Alloz, “que gozada”. Comunique por radio que si llegaba al pantano, o por lo menos hasta la cola de este. Aunque la verdad no sabía a que altura ni donde iba a parar. Llegue a la cola con unos 300mtrs de altura y fui paseándome por medio del hasta el camping. Que flipada, que grandeza, que bonito, no tenía palabras para describir ese momento. Había estado muchas veces en este pantano realizando vela deportiva, kayak y más, pero nunca lo había contemplado a vista de pájaro y sentido tal gozo. Fue una situación alucínate. Al llegar a la altura del camping con más de 100mtrs decidí aterrizar al lado de este para facilitar la recogida. Lo comunique por radio, empecé a elegir el campo y adivinar de donde venía el viento. Salude a varias familias que estaban bañándose en las orillas del pantano, un árbol me indico la dirección del viento y decidí aterrizar en un campo a escasos metros del parking. Ya estaba en tierra. El gozo me hacia sonreír, lo había conseguido con un planeo de unos 13km desde las Peñas de Etxauri y sin girar ni una corriente térmica. Suave, suave, un paseo con un interrogante pero muy agradable.
Di mi posición por teléfono para que me recogieran y al poco tiempo una guapa chica bastante mística que paseaba con un perro negro y me había visto volando, me ofreció agua. Muchas gracias.
Javi K. y Jon aparecieron enseguida y antes de pagar las deudas disfrute de un merecido y gratificante baño en el Gigante Luminoso. De ahí cayeron las cervecillas y los helados como no se quien manda…
Como siempre que voy a volar, pienso que ese día puede ser el más grande por alguna determinada situación. Es lo que tiene el vuelo libre, no hay dos días iguales y siempre te puede sorprender algún momento que nunca olvidaras.
Doy las gracias a todos los que fuisteis participes en este gran e inolvidable día. Todos y cada uno de vosotros aportasteis vuestro granito de arena y creasteis este mágico día.
“ Mila Esker “